Introduccion
No
somos muy diferentes al Israel bíblico, pareciera que cuando vamos a
la biblia y vemos al Israel bíblico, vemos los jueces, siervos del
Eterno; como que vemos gente muy santa, apartada, conocedora de
torah, justa, etc. Pero la realidad es que el grueso de Israel en las
épocas bíblicas no era muy diferente a nosotros, es decir como si
fuese gente de las naciones, de hecho hemos estudiado en la torah,
que Israel era una nación que estaba dividida entre los consagrados
(los levitas) y entre los laicos (así dice según la traducción).
El
eterno nos ha visto en las naciones como si fuésemos un Israel
gigante, todos casi por naturaleza procuramos ir en nuestros caminos
y el Eterno nos comienza a llamar, nos empieza a invitar a que seamos
como los levitas eran en la antigüedad, gente apartada, santa, cuya
heredad es el Eterno y no las cosas de este mundo.
La
verdad de las cosas es que siendo de las naciones, de diferentes
países, de muchas familias, no somos muy diferentes, tanto que en la
antigüedad, el Israel bíblico cayo en tremenda idolatría,
recuerdan, imágenes, ídolos, incluso hacían sacrificios a los
ídolos, cosas terribles. Entonces no es muy diferentes de nosotros,
de donde fuimos sacados, es lo mismo en realidad.
El
Israel bíblico (la descendencia de abraham) estuvo en Egipto, fue
sacado, estuvo en esclavitud, deseaba a Egipto, son casi los mismos
asuntos por lo que tuvimos que pasar cada uno de nosotros. Vamos a
ver que Israel es una analogía de nuestra vida, y es algo por medio
del cual aprendemos como decía el apóstol Pablo.
Hemos
visto algunas cosas importantes, porque debemos de caer en cuenta que
el mismo proceso que vivió Israel bíblico lo estamos viviendo
nosotros y vamos encaminados a lo mismo.
Vimos
en la torah, que todo lo que el Eterno crea, lo original, es lo
correcto, ¿qué es lo que ocurre después? Le hombre se sale de lo
correcto y cae en apostasía (moverse de lugar).
El
Eterno llama a un hombre, pacta con él para que su descendencia
cumpla varios propósitos, entre ellos el principal es ser luz a las
naciones. A Abraham se le conoce como el hebreo, después vienen
Isaac y después viene Jacob, quien recibe el nombre de Israel por
parte del Eterno, a partir de ahí se le conoce a la descendencia
abraham, por parte de Jacob, como los hijos de Israel (benei Israel)
y en las siguientes generaciones así se le llamo a la descendencia
de Jacob, mayormente a toda la nación, solo Juda cuando se separa,
el pueblo ahí vienen a ser dos naciones, juda toma el liderazgo y se
identifica solamente como juda.
Un
tema que hoy mucho se difunde dentro de un grupo que originalmente se
llama los efraimitas, cuya teoría es el famoso misterio de las dos
casas, pero para que momento, profeticamente hablando, en que momento
y tiempo del espacio profético tenia que ver esto de la dos casas.
Porque hoy día se ha convertido en una doctrina que sustentan muchos
grupos y que predican de una forma tajante, como si fuese el tiempo y
el espacio profético para estas épocas.
La
clase pasada habíamos visto como el pueblo hebreo asimilaba y
asociaba la expresión buenas nuevas, pusimos un ejemplo acerca del
15 de septiembre en mexico o 9 de julio en Argentina, de como lo
asociamos a todo lo que nos han enseñado en las escuelas y a las
tradiciones que hemos adquirido de nuestros antepasados. Lo mismo era
para el pueblo de Israel, ellos tenían ciertos conceptos asociados a
lo que significaba “buenas nuevas” y “mesías”. Es como
hablar de un concepto ya familiar, que lo hemos estado viendo durante
toda nuestra vida. Para el pueblo de Israel en el primer siglo y
antes se esperaba de estas buenas noticias, esa buenas noticias, que
decía que el Eterno se ha mostrado otra vez, entonces rápidamente
venia a ellos toda la profecía, todo el entendimiento de que era
necesario hacer teshuva (regresar).
Isaias
40, la esperanza de Israel
esta
profecía enlaza a la mente del pueblo hebreo, esta profecía fue
dada en un momento critico en la historia del pueblo hebreo, en donde
el pueblo ha fallado ya numerosas veces, el Eterno ha tenido
compasión, misericordia, ha extendido su amor, pero ha llegado al
colmo la maldad de Israel, la paciencia del Eterno se ha agotado, a
través de su mensajero dice “ya basta, tengo que reprenderlos,
castigarlos para que entonces aprendan” .
En
la época de los profetas venían todos estos anuncios del castigo
que iba venir por tanta desobediencia, por mucha rebeldía. ¿En qué
consistía el castigo? ¿Qué venia después del castigo?
restauración, preparación, porque un día se iba a manifestar el
creador, iba enviar su presencia a través de un mensajero.
Esto
no solamente tiene que ver con Israel. El Eterno llamo a un hombre,
pacto con él y le dijo que su descendencia iba a hacer cosas, pero
entendamos que esto viene de mucho antes que abraham. Esto comienza
en el huerto del edén, en donde vemos que la presencia divina a
través de su mensajero (el mesías) descendía a esta tierra, lo que
se conoce como la “shejina”, la presencia que se hacia visible en
esta tierra a través del enviado y dice que andaba en el huerto con
Adam y Eva. Cuando Adam peca entonces esta presencia ya no aparece,
simplemente le habla ¿donde estas? Y Adam se esconde, a partir de
ahí la presencia divina ya no se acerca.
¿Qué
ocurre después? El Eterno quiere acercarse a esta creación, quiere
manifestarse. Entonces el Eterno busca a alguien a quien
manifestarse, y cuando encuentra a alguien, que Él califica como
justo, entonces se acerca. Tiene un plan perfecto para la
descendencia de Adam, en el cual participan hombres importantes como
Noe, Sem, abraham, y de ahí viene toda la descendencia de abraham.
Lo
que el Eterno quiere es acercarse a esta creación. Él nos dio
capacidad, nos hizo como Él: pensantes, que tenemos amor, voluntad
propia para buscarle.
El
Eterno busca que nosotros, como criaturas, nos sometamos a Él. Le
sirvamos, le exaltemos, le adoremos con toda nuestra vida. Desde el
principio, el Eterno quiere someter a su voluntad la creación,
establecer su reino. Ese establecimiento no es dictatorial. Él no es
un dictador, no obliga a nadie. Quiere que la creación, que tiene
voluntad propia, decida; da el tiempo suficiente para que en este
proceso, el tome el gobierno de la vida de cada uno de nosotros. Ese
es el principal propósitos del Padre y lo ha hecho con muchos
hombres incluso antes del diluvio.
Esto
es algo que tenemos que comprender de entrada, porque el propósitos
principal era que el iba enviar otra vez su presencia, eso es la
“buena nueva” y ademas era una preparación para que mientras
estemos en esta tierra, podamos sujetarnos a Él, nos envía una
promesa a través del hijo, del mesías Yeshua, de que nos iba a
volver a ÉL y esto tiene que ver con cosas celestiales, no con cosas
terrenales.
Cuando
vamos a Isaias 40, tenemos el punto medular del propósitos del
Eterno, hacia la humanidad con el pueblo de Israel, porque ellos eran
los que habían hallado gracia en sus ojos por causa de los padres,
por causa de abraham. El Eterno ya había fijado un momento donde iba
a enviar su presencia de regreso, pero estaba usando a este pueblo.
Isaias
40:1
Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Elohim.
40:2 Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de el Eterno por todos sus pecados.
40:2 Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de el Eterno por todos sus pecados.
Esto tiene
que ver con un proceso que vivió el pueblo, en donde peco, se
revelo, hizo lo que quiso. Iba rebeldía tras rebeldía hasta que el
Eterno envía un castigo, los manda al exilio a la casa de juda en el
norte, a la casa de Israel del sur. Los castiga, manda a los caldeos
y a los asirios, pasa una cosa terrible, atroz, el templo es
destruido.
Son llevados
al exilio y son sujetados como esclavos.
Isaias 40:3
Voz que clama en el desierto: Preparad camino al ETERNO; enderezad
calzada en la soledad a nuestro Elohim.
Juan el de la
tevila (el bautista), que fue un gran profeta de Israel, que se
levanta en judea, en el Jordán, empieza a predicar “volveos,
porque el reino de los cielos se ha acercado”, esa es la expresión
de la buena nueva. De hecho juan cuando estaba invitando a Israel que
haga la tevila y haga teshuva, le preguntan y ¿tu quién eres? Y él
dice yo soy la voz que clama en el desierto, este mensaje era
primario y al principio, primeramente para Israel, aquí no había
gentiles solo puro israelitas, judíos o hebreos, incluso eran de
todas las tribus, que estaban en la dispersión, en la época del
primer siglo.
Isaias
40:3 Voz que clama en el desierto: Preparad camino al Eterno;
enderezad calzada en la soledad a nuestro Elohim.
40:4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.
40:4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.
Esta es una
expresión simbólica, en donde “prepare el camino” significa
prepare los corazones, las mentes, un pueblo bien dispuesto. Según
Lucas, el propósitos de Juan era preparar un pueblo bien dispuesto,
para que cuando se manifestara la “kabod ha Elohim”, el esplendor
del todopoderoso en la tierra, la manifestación del mesías;
entonces lo pudieran recibir, y que importante es esto, ahora lo
mismo pasa con nuestras vidas, cuando hemos caminado todo este
desierto, este caminar que hemos estado de lugar en lugar, llegamos
un momento en donde escuchamos este verdadero llamado. Prepara tu
corazón, tu mente, tu vida para que puedas recibir la presencia
divina, eso es elemental, porque o sino el hombre nos prepara para su
propio reino y empiezan acomodar nuestra mente para servir al hombre.
Pero aquí el mensaje tiene que ver con el creador.
Cuando Isaias
esta hablando de esto, era un anuncio para Israel de que por su
maldad habían venido esa transgresión, pero que por fin iba a venir
esta bondad, misericordia, una vez mas. La majestad, el esplendor del
todopoderoso se iba manifestar en la tierra.
Isaias 40:5 Y
se manifestará el esplendor del Eterno, y toda carne juntamente la
verá; porque la boca de Eterno ha hablado.
Se
manifestara la kabod del Eterno, aquel que le refleja, que le
muestra. Aquí es cuando recordamos lo que dijo Yeshua: todo el que
me ha visto, ha visto al Padre (Juan 14:9). Porque Yeshua es una
expresión, un reflejo del Padre. Al Eterno nadie le ha visto (Juan
1:18) no se puede ver, no tiene forma, porque es Ruaj. Pero el hijo
le ha dado a conocer, le muestra. Ese es la palabra del Eterno, es el
mensajero, es el malaj, el enviado del Eterno.
Isaias 40:6
Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a
voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del
campo.
40:7 La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento del Eterno sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo.
40:8 Secase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Elohim nuestro permanece para siempre.
40:7 La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento del Eterno sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo.
40:8 Secase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Elohim nuestro permanece para siempre.
40:9 Súbete
sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz,
anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de
Judá: ¡Ved aquí al Elohim vuestro!
40:10 He aquí
que el Eterno el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he
aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su
rostro.
40:11 Como
pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y
en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién
paridas.
Vean que
sigue hablando de figuras, el Eterno se iba manifestar a través de
su enviado, y él iba hacer que ocurriera todo esto, de que traía el
mensaje de que el Eterno ha perdonado a la descendencia de Abraham y
ha enviado su presencia una vez mas, como lo hizo en ocasiones
anteriores y como el Eterno lo quiso desde el principio, que su
presencia descendiera y que todo aquel que estuviera preparado, fuese
digno, la recibiera.
El
verdadero mensaje de la buena nueva
Este era, en
realidad el mensaje de la buena nueva. La buena nueva, no era otra
cosa que, el Eterno ha perdonado los pecado de Israel y pide que
vuelvan a El, al creador para que establezca su reino sobre cada
corazón, vida, familia; para eso tenían que hacer teshuva, tenían
que volver.
No solamente
arrepentirse, como hemos visto el concepto griego es metanoia
(cambiar de pensamiento), sino que cambiar ademas de vida, de estilo
de vida, propósitos, todo completamente y transformarlo en una vida
agradable al Eterno, conforme a sus mandamientos y esto implica hacer
un cambio radical en nuestra vida, dejar de vivir una vida en
servidumbre al mundo, a las religiones, a los hombres; de esclavitud
a los deseos de la carne; y hacer teshuva, volver, declarar delante
del Padre de que somos sus criaturas, que nos habíamos extraviados,
que estábamos perdidos, muertos. El nos da la oportunidad de
regresar a Él, para que manifieste su esplendor en nosotros a través
del mesías, entonces se manifieste el reino en nosotros.
Dentro del
concepto de arrepentimiento griego, se rescata en la palabra teshuva,
es muy importante entender las descripciones que el Eterno hace a
través de los profetas, las cuales son muchas veces complicadas,
porque hablan en figuras, en alegorías.
Es importante
porque con el paso del tiempo, en Juda los lideres de Israel, que
tenían el liderazgo, que instruían al pueblo; se olvidaron de
escudriñar, de profundizar lo que el Eterno quería, entonces
interpretaron todas las cosas en forma humana, de tal manera que no
entendieron que este reino, que el Eterno quería establecer sobre
cada vida, corazón, familia, pueblo; que se basaba en que cada quien
se sometiera a la voluntad del Padre, en obediencia, en una verdadera
adoración. Los hombres lo cambiaron a querer, todavía un reino como
de los hombres.
Volviendo
a las raíces hebreas
Aquello que
van en busca de las raíces hebreas y se introducen en el judaísmo
lo primero que aprenden es que el reino de los cielos no ha llegado,
no se ha establecido, no ha venido el mesías y si vino, que no
cumplió con las profecías, o que fueron incompletas. Porque dicen
que el reino no es como lo dijo Yeshua, sino que tiene que ser como
el reino de David, un reino físico, un rey como las naciones.
Es importante
entender que paso con el pueblo de Israel en la época de Samuel,
cuando se levantan los jueces de Israel, vienen delante de Samuel y
le dicen “queremos un rey como las naciones”. El Eterno quería
reinar sobre su pueblo, a través de la torah, de su manifestación.
Entonces el
Eterno le dice a Samuel: “no te han desechado a ti, me han
desechado a mi para que no reine sobe ellos”, esa expresión es
clave, el reino no se trata de establecer un rey terrenal, físico;
sino que el Eterno haga su voluntad con nosotros.
Es muy
importante, porque los conceptos judaicos (de la tradición judía,
rabínica) establecen que el reino debe ser como un rey de las
naciones. De tal manera de que cuando ellos pensaron en el mesías,
pensaron en un rey mesías, como David, humano completamente, con
esposas e hijos, que gobierne a Israel y que sujete a las naciones, y
que las ponga como esclavas; eso espera la religión judía en el
primer siglo, por eso no creyeron en Yeshua y nunca lo admitieron.
Raíces
hebreas no tiene nada que ver con la tradición judía. Raíz hebrea,
quiere decir cual es la promesa que los hebreos realmente esperaban.
Que le reino del Padre, que es la voluntad del Padre se estableciera
otra vez en Israel, que se desechara un rey humano. Que esa voluntad
se estableciera a través de su enviado, que el enviaría desde los
cielos, eso es algo que todos los sabían en el primer siglo, como lo
dice el profetas Isaias, según lo estuvimos viendo. De hecho el
profeta Malaquias también habla de esto.
Malaquias 3:1
He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino
delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien
vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros.
He aquí viene, ha dicho el Eterno de los ejércitos.
3:2 ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.
3:2 ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.
Entonces
vemos que no iba ser un hombre cualquiera que iba a ser ungido, era
el elegido que el Eterno iba a enviar, el ángel del pacto, la davar
ha Elohim, la palabra del Todopoderoso.
Los conceptos
judíos, religiosos, de los rabinos cambiaron todo esto, ellos
pensaban en un descendiente, hijo de David literal, de padre y madre
humanos, normal que iba a ser rey, que también iba a morir, que iba
a tener hijos y todo eso.
Raíces
hebreas esta hablando de lo que dijo Yeshua y los apóstoles.
Cuando viene
la buenas nueva, y se dice shuvu (volveos), que el Eterno ha tenido
favor con el pueblo, que el se va a manifestar, ha llegado de
perdonar a la descendencia de Abraham.
Y tanto Juan
como Yeshua, dicen la misma expresión: “volveos, porque el reino
de los cielos se ha acercado”, vuélvanse al creador, pero ¿el
reino de los cielos se ha acercado qué significa? Quiere decir que
el Padre quiere que su voluntad se cumpla aquí, en esta tierra. Por
eso Yeshua cuando ora y enseña a orar dice “ustedes oren así”
sea tu voluntad así en el cielo como en la tierra. así como los
ángeles te obedecen, así también en la tierra te obedezcan. Los
que predican las raíces judías creen que esto es al futuro, como
que todos los día estamos orando para que ya venga, pero lo que
Yeshua esta diciendo es que se “establezca en este momento”.
El reino de
los cielos, desde los conceptos hebreos, desde la óptica de los
profetas, es que el Eterno se va a manifestar y quiere reinar en sus
vidas, quiere que pensemos diferente a lo que pensaron los ancianos
en la época de Samuel, que pidieron un rey como las naciones.
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